La cocina mediterránea destaca por el uso de una amplia gama de productos de origen vegetal, es decir, frutas, verduras, frutos secos y legumbres. También hay una gran presencia de pan y otros cereales como el trigo. El aceite de oliva es la grasa principal y se emplea para la elaboración de un sinfín de platos típicos de los diferentes países europeos.
La cocina española es probablemente una de las que más
gustan a turistas de todo el mundo, con las famosas tapas españolas a la
cabeza. La tortilla de patata o la paella valenciana, entre muchos otros platos
de origen puramente español, son uno de los principales reclamos turísticos a
nivel internacional.
La cultura gastronómica francesa ha influenciado la de
muchos otros países y es por ello que actualmente está se encuentra entre las
más importantes del mundo. Gracias a la variedad regional de Francia, la lista
de platos típicos es casi infinita.
Si nos desplazamos un poco más hacia el norte de Europa,
concretamente hasta Alemania, nos encontraremos ante una gastronomía algo
alejada del prototipo mediterráneo descrito anteriormente, aunque también está
muy influenciada por la tradición culinaria francesa. Destacan los embutidos de
origen alemán, sobre todo las salchichas o Bratwürste, que
suelen ir acompañadas del famoso chucrut (Sauerkraut en alemán).
No hay comentarios:
Publicar un comentario